El reto del analista de negocio frente a tecnologías disruptivas: El caso de World ID y el escaneo de iris
En un mundo donde la inteligencia artificial genera cada vez más interacciones automatizadas, la capacidad de demostrar que somos humanos se ha vuelto crítica. Este es precisamente el objetivo de World ID, un proyecto impulsado por Sam Altman (creador de ChatGPT), que propone una identidad digital global basada en el escaneo del iris. Suena futurista, pero ya está operando en seis ciudades de Estados Unidos y promete impactar profundamente la manera en que las organizaciones validan, autentican y atienden a sus usuarios.
Como analistas de negocio, debemos preguntarnos: ¿cómo evaluamos, adoptamos o incluso anticipamos tecnologías como esta?
¿En qué consiste World ID?
World ID es una identidad digital única generada a partir del escaneo del iris de una persona usando un dispositivo llamado Orb. Esta "firma biométrica" no almacena una imagen del ojo, sino un código matemático irrepetible que permite verificar que quien interactúa en una plataforma digital es un humano real.
El objetivo es crear una red confiable de identidades humanas en un entorno donde las máquinas, bots e inteligencias artificiales son indistinguibles del usuario real.
El papel del analista de negocio
El analista de negocio no debe limitarse a traducir requerimientos técnicos. En escenarios de innovación como este, su papel se expande para:
-
Anticipar impactos estratégicos: ¿Cómo cambia esta tecnología las reglas del juego en mi industria?
-
Detectar oportunidades de negocio: ¿Qué nuevos modelos o experiencias podemos ofrecer gracias a esta tecnología?
-
Evaluar viabilidad e implicaciones éticas: ¿Es legal, aceptable, segura y sostenible?
-
Acompañar la adopción del cambio: ¿Qué partes del negocio necesitarán transformarse para integrar una solución así?
Beneficios potenciales
-
Verificación de identidad sin fricción: Sin contraseñas, sin documentos, sin riesgos de suplantación.
-
Prevención de fraudes y bots: Útil en sectores financieros, salud, e-commerce, votaciones electrónicas, y más.
-
Facilitación del cumplimiento regulatorio (KYC/AML) - KYC (Know Your Customer) y AML (Anti-Money Laundering) son prácticas obligatorias para que empresas, especialmente en sectores financieros, verifiquen la identidad de sus usuarios y prevengan delitos como lavado de dinero o fraude. - : Especialmente en mercados con altos requerimientos de validación de identidad.
-
Nuevas experiencias digitales: Mayor personalización y seguridad para usuarios reales.
Implicaciones estratégicas
-
Transformación de procesos: El onboarding, las autenticaciones y los accesos dejarán de ser procesos aislados para volverse integrados y biométricos.
-
Reducción de costos operativos: Menos fraudes, menos soporte técnico, menos barreras al acceso.
-
Aceleración de la economía digital: Desde pagos hasta plataformas de citas, muchas industrias se verán tentadas a integrar World ID.
Riesgos y consideraciones
-
Privacidad y percepción pública: Aunque el proyecto asegura no guardar imágenes del iris, el hecho de capturar información biométrica genera resistencias sociales y éticas.
-
Riesgos regulatorios: Países como España, Francia y Kenia ya han bloqueado o suspendido el uso de esta tecnología por dudas sobre el manejo de datos personales.
-
Dependencia tecnológica: La adopción masiva podría hacer que ciertas funciones críticas dependan de un proveedor centralizado de identidad.
-
Equidad y acceso: ¿Qué pasa con quienes no quieren o no pueden escanear su iris? ¿Quedarán excluidos?
Conclusión: análisis de negocio como brújula estratégica
World ID es solo un ejemplo del tipo de tecnologías que redefinirán la interacción digital. El rol del analista de negocio es más relevante que nunca: no para decir si una tecnología es buena o mala, sino para entender cómo se alinea con la estrategia, a quién beneficia, a qué riesgos expone y cómo debe implementarse para crear valor real.
En este nuevo paradigma, el analista no solo traduce requerimientos: traduce futuro.